He decidido “pasar olímpicamente” de los Juegos Olímpicos.
Estoy hartamente harto de nacionalismos y mucho más aún desde el advenimiento del nazionalismo madrileño iniciado hace 26 años por la reina de las ranas (Aguirre) y culminado con la reina de los necios (Ayuso).
Oigo al equidistante Pedro Blanco en la SER rasgarse las vestiduras en su comentario titulado “ los Juegos Olímpicos del cuñadismo”, donde se pregunta alarmado ¿qué país en el que los hay incapaces de emocionarse con los éxitos de algunos? y termina con un equidistante : “a ver qué toca hoy, los cien metros de los amargados o el triple salto de los cenizos”.
Después de lo ocurrido en este país durante la pandemia, algunos hemos llegado a la conclusión de que en lo que de verdad importa hay un abismo insalvable entre los que han estado a favor de la vida y la salud y los que han hecho todo lo posible para sacar provecho de una catástrofe sanitaria.
En mi caso tengo meridianamente claro que no me causa la más mínima emoción los éxitos de los que son ensalzados por los fascistas -Abascal glorificando la medalla de oro en tiro mixto, por ejemplo-, pero sí me he emocionado con el éxito de Ana Peleteiro, y no por la medalla (que siendo sólo de bronce tiene para mí cien veces más valor que la de oro antes citada) sino por su compromiso social y por su valentía al hacerlo público.
En su día, seguro que me emocioné con el éxito de un tal Isaac Viciosa. Hace unos días manifestó que se hubiese alegrado mucho más si su récord nacional lo hubiese batido un atleta con apellido español, ¿quien me devuelve la emoción sentida entonces cuando desconocía que este individuo era un impresentable racista?.
Voy a continuar pasando de los juegos y seguiré sin dar cheques en blanco en cuanto a mis emociones, solo lo haré en el caso de que, como esta gran atleta y mejor persona, hayan manifestado previamente su compromiso con el anti fascismo.
Para el Sr. Blanco y demás equidistantes seré un amargado o un cenizo pero lo que no quiero ser es un ingenuo al que le engañan una y otra vez con el “pan y circo”, incitándome a sentir un nacionalismo del que abomino mientras hacen todo lo posible por privarme de mi dignidad como ciudadano y de mis derechos más elementales como el derecho a la salud.
Por cierto, lo que de verdad me habría emocionado es que los científicos españoles hubiesen descubierto la vacuna, los verdaderos héroes durante la pandemia y los que han antepuesto nuestra salud a sus intereses.
https://www.eldiario.es/galicia/ana-peleteiro-medalla-bronce-gallega-no-calla-vox-racismo_1_8194328.html